Rectificar y perdonar
Significados esenciales: el perdón; enmendar; la cicatrización tras las discusiones.
Mensaje del Oráculo: cada vez que te sientes herido y dejas que el dolor te atraviese sin entenderlo e integrarlo en tu vida, acumulas una carga con la que no deseas acarrear. Eso te mantiene encadenado justo a las cosas de las que necesitas liberarte: del dolor, de los recuerdos, de los ecos de resentimientos pasados y de discusiones que se repiten una y otra vez. Es el momento de reparar las grietas, sanar las heridas y liberarse de los daños del pasado para reivindicar tu poder. Es hora de perdonar, de soltar lastre, de hacer las paces y de resarcir a los demás. Libérate.
Mensaje sobre las relaciones: has llegado a un lugar en el que el perdón es necesario para poder seguir adelante. Juntos o separados, tú y la otra persona seguís experimentando los efectos de un dolor que afecta a todo lo que hacéis, aunque no seas conscientes de ello. Hay que limpiar la energía. ¿Qué debes hacer para tender puentes? Cerrar el corazón no es la respuesta. Tienes el poder de sanar esa herida. Pregúntate: ¿Qué haría el Amor? Solo cosas buenas pueden salir del perdón y de un desagravio honesto.
Mensaje sobre la prosperidad: todo el mundo comete errores, especialmente cuando se desea algo con mucha intensidad. Puede que acabes por darte cuenta de que, al perseguir una cosa preciosa y brillante, has perdido de vista la prosperidad sostenible a largo plazo. A veces se toman decisiones que parecen buenas a primera vista, pero que finalmente conducen a la pérdida o al fracaso. Es hora de perdonarte a ti y a los demás. No culpes a otros. Empieza de nuevo, más sabio y más maduro. El camino hacia la abundancia puede tener baches. Resarce a todos aquellos a los que puedas haber hecho daño en el camino... especialmente a ti mismo. Perdona a los que puedan haberse aprovechado de ti. Déjalo correr y aprende de ello. Estás mucho más cerca de conseguir el tipo de prosperidad que realmente te satisface. Nada se perderá para siempre si lo ves desde esta perspectiva.
Este es un tiempo de sanar profundamente.
No se trata solo de "pasar página", sino de integrar las heridas del pasado: entender qué me enseñaron, qué fuerza me dejaron, y luego liberarme de ellas sin que sigan pesando en mi alma.
Perdonar y rectificar no significa olvidar ni justificar.
Significa que decido, conscientemente, no seguir permitiendo que eso me controle o me defina. También comprendo que cerrar el corazón por miedo o resentimiento no me protegerá; al contrario, puede aislarme de lo que más anhelo. El oráculo no dice “reconéctate” ni tampoco “aléjate”. Habla de liberar el dolor, de perdonar.